Cuidar la ropa no es una tarea complicada, seguro que lo tienes controlado: coger la ropa sucia, meterla en la lavadora, poner detergente y darle al botón. No parece difícil.
La primera recomendación que dan los fabricantes es mirar la etiqueta, las etiquetas, mejor dicho, ya que lo habitual es que cada prenda lleve 3 ó 4 hojas con información sobre la prenda. Si eres de los que las corta nada más estrenar la ropa, échales un vistazo antes y si puedes, guárdalas hasta lavarla por primera vez.
Seguir las recomendaciones del fabricante sobre el lavado debería ser suficiente, sin embargo, no siempre tenemos ganas o los medios suficientes para seguirlos a rajatabla. Para esos casos sigue los siguientes consejos.
Poner una lavadora
Separa la ropa por colores. Procura no mezclar la ropa de color con la blanca. Si no tienes ropa suficiente para poner una lavadora separando por colores, en el mercado encontrarás unas toallas absorbentes que se introducen en la lavadora y atrapan el color evitando que se tiñan las prendas más claras.
No obstante, si le tienes mucho cariño a esa camisa blanca o cruda, yo no me arriesgaría…
Ropa amarillenta
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